viernes, 20 de marzo de 2015

"He hecho un test con un eye tracker y ahora no sé qué hacer con los mapas y datos para tener resultados"

Y a quien no le haya pasado que tire la primera piedra.

El entusiasmo que nos genera contar con un dispositivo de eye tracking y la facilidad con la que podemos preparar un test -cuestión de minutos- hace que nos precipitemos a testear sin tener clara la base de cualquier investigación: el objetivo.

Antes de remangarse frente al eye tracker debemos respondernos a la siguientes preguntas:

- ¿Por qué? Por qué queremos testear determinados estímulos (páginas web, imágenes...). Si vamos a hacer un test es porque hemos detectado un problema o al menos lo intuimos, o porque queremos saber cuál de las opciones será mejor para un determinado objetivo

- ¿Para qué? Para qué vamos a usar los resultados. Saber qué consecuencias tendrá nuestro test nos ayuda a plantearlo

Una vez fijado el objetivo tenemos que pensar cuidadosamente:
- Los estímulos. Según qué estímulos pongamos variará la forma de ser mirados. Si comparamos fotografías, los planos, si hay personas o no, los colores... todo influirá, y podemos llegar a conclusiones erróneas si no tenemos en cuenta las diferencias que hay entre los estímulos.
- La muestra de usuarios. Debe ser representativa de la población a la que queremos estudiar, deben ser target, y no sólo en cuanto a género y edad, sino a su actitud, comportamiento, gustos, expectativas... con respecto a lo que estamos testeando.

Y algo importante que es fácil que en el entusiasmo de preparar los estículos y contactar con usuarios se nos olvide: planificar las métricas que se van a necesitar. Los equipos actuales cuentan con software que facilita la obtención de métricas, pero es nuestro criterio el que debe escoger qué métricas son las adecuadas para los fines que perseguimos, así como lo que significan para nuestro proyecto en particular. Para ver las métricas que nos ofrecen los eye trackers os remito a estas entradas previas del blog:
En mi opinión, es un error tomar los mapas que da el eye tracker como resultado de un estudio. Yo recomiendo usar los mapas como primera toma de contacto una vez realizadas las grabaciones. Me sirven para hacerme una idea de cómo han mirado las personas, y a partir de ahí busco datos numéricos (métricas) para hacer un estudio estadístico. Una vez que tengo resultados estadísticos voy de nuevo a ver los mapas para dar con aquellos que mejor ilustran los resultados, y acompaño la estadística de esos mapas para que los números sean más fáciles de entender.

Y por supuesto, antes de lanzarnos a hacer un estudio con eye tracking, conviene buscar bibliografía para ver qué métricas han usado otros investigadores antes que nosotros. Eso nos permite validar nuestro planteamiento, tomar ideas que no se nos había ocurrido y a veces hasta comparar nuestro resutado con el de otros colegas.

Ahora sí que estamos preparados para grabar!


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